Un equipo de investigadores acaba de descubrir que uno de los cráteres por impacto más grandes, situado bajo el glaciar Hiawatha, es mucho más antiguo de lo que se creía.
En la noroeste de Groenlandia hay un enorme cráter oculto. Es el resultado del impacto de un meteorito que tuvo lugar hace unos 58 millones de años. Esta estimación es la más antigua de las calculadas hasta la fecha. Ahora se trata de encontrar las evidencias necesarias que lo avalen.
Una antigüedad que sorprende
Poner fecha a la arena y las rocas asociadas con el evento ha permitido que un equipo internacional de investigadores obtenga la nueva estimación. El cráter de Groenlandia mide 31 kilómetros de ancho, y fue descubierto hace siete años, bajo el glaciar Hiawatha de 1.000 metros de espesor. Por supuesto, esto dificulta su estudio.
Nicolaj Larsen, geocientífico de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio, ha confesado su sorpresa ante la nueva antigüedad del cráter.
Errores iniciales en la datación
Inicialmente se pensó que el cráter tenía entre 3 millones y 1200 años. Un impacto durante el Pleistoceno tardío era muy tentador, y daba a entender que los humanos de aquella época se vieron afectados por el fenómeno. También coincidía con el Younger Dryas, una fase de enfriamiento que comenzó hace unos 12.900 años.
La nueva investigación, publicada en Science Advances, contradice estas valoraciones. El impacto ni afectó a los humanos ni dio inicio al Younger Dryas. Lo importante es determinar los efectos reales del impacto.
La capa de hielo de Groenlandia tuvo su origen hace entre 2 y 3 millones de años, mucho después de que el asteroide ferroso impactará sobre esa zona. En ese momento, Groenlandia era una selva tropical templada, un ecosistema muy rico.
Un descubrimiento accidental
El cráter se encuentra entre los 25 cráteres por impacto más grandes de nuestro planeta, y quedó enterrado en el hielo con el tiempo. Ha sido descubierto de forma accidental.
Larsen estudiaba mapas de Groenlandia en 2015, y percibió una rareza circular en el lecho rocoso debajo del glaciar Hiawatha. Fue estudiada con radar de penetración en el suelo (LIDAR), y se confirmó la estructura de impacto, anunciada en un artículo de 2018.
El equipo descubridor de la nueva datación incluye investigadores del Museo de Historia Natural de Dinamarca, el Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague y el Museo Sueco de Historia Natural en Estocolmo.