La grasa localizada constituye un verdadero problema para muchas personas que, hasta hace poco, sólo podían recurrir a la liposucción para eliminarla.
La Administración de Medicamentos y Alimentos Americana (FDA) aprobó, hace poco, el primer láser diodo lipolítico no invasivo para eliminar la grasa no localizada.
Se trata de un tratamiento muy efectivo que logra reducirla de 2 a 3 centímetros, constituyéndose en una verdadera solución para aquellas personas que, a pesar de realizar ejercicio y de llevar una alimentación sana, no consiguen eliminar esa grasa de sus zonas más visibles, tales como: los flancos, los muslos, el abdomen o las caderas.
Un tratamiento innovador con láser
El láser al que me refiero se denomina SculpSure y ya cuentan con él en la Clínica Menorca, de Madrid. Su director médico, Ángel Martín, ha asegurado que es capaz de «focalizar el tejido adiposo (no la melanina ni la dermis) y penetrar hasta alcanzar la grasa subcutánea a nivel profundo, destruyéndola por calentamiento entre 42 y 47 grados centígrados».
Sin embargo, aclaró que «no sustituye a la liposucción convencional», pero sí que es capaz de eliminar esa grasa que aparece en zonas muy concretas y que no puede ser eliminada mediante una dieta o ejercicio físico.
Resulta muy importante señalar que el láser está diseñado para personas con buen estado de salud y con un índice de masa muscular menor a 30. Así mismo, se recomiendan normalmente 3 sesiones de 25 minutos con un intervalo del tratamiento de entre un mes y mes y medio.

Aplicación del tratamiento
El láser emplea una longitud de onda de 1060 nanómetros, acabando con la grasa por calentamiento, ya que «provoca un daño irreversible de las células grasas que el cuerpo elimina de forma natural por las rutas del metabolismo».
En la presentación del aparato, se hizo una demostración con diversos pacientes en una sesión que se resumió en cinco pasos a seguir:
- Evaluar y marcar las áreas de tratamiento.
- Configurar los marcos y se ajustan los aplicadores.
- Aplicar un gel y se coloca el aplicador láser sobre los marcos.
- Durante los iniciales 4 minutos, se alcanza la temperatura que daña los adipocitos. En los 21 minutos restantes se administra la energía de forma continuada.
- No resultan necesarios los masajes posteriores.
Pacientes satisfechos
Según el doctor Martín, este láser fue probado en más de 100 pacientes de los que un 90% mostraron su satisfacción ante los resultados. El médico lo define como «un tratamiento muy revolucionario en el que los resultados son evidentes a partir de las 12 semanas», y que no impide que los pacientes puedan continuar con su vida normal después de las sesiones. Además, «no deja ningún rastro, sólo, a veces, aparece enrojecimiento en la piel».
El uso del láser no es aconsejable cuando el paciente padece de hernia abdominal, en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, cuando se tienen lesiones abiertas o heridas en la zona, cuando se padece un historial de formación de queloides. Tampoco es recomendable en personas tratadas con anticoagulantes, anti-plaquetarios, trombolíticos o anti-inflamatorios.