Hoy sabemos que las arañas Joro muy pronto poblaran la costa este de Estados Unidos. A pesar de ser espectaculares, resultan muy poco peligrosas para el ser humano.
Se trata de las arañas Joro, y han vivido en el sureste de Estados Unidos desde hace nueve años. Sin embargo, un estudio reciente ha adelantado que estos arácnidos no tardarán en tener una presencia mayor en parte de la costa este. Esto, en principio, no ha infundido ninguna alarma.
Un invasor muy especial
La investigación ha sido publicada en Physiological Entomology, y aporta datos de que las arañas Joro (Trichonephila clavata) están preparadas para resistir las bajas temperaturas invernales de la costa este de Estados Unidos. Las personas que viven en esta zona deberían esperar una afluencia de estas arañas en los próximos años.
Estamos hablando de un ser vivo originario de Japón, Corea, Taiwán y partes de China. Se importó al sureste de Estados Unidos en 2013 y ocupó partes de Georgia y Carolina del Sur. Los investigadores creen que no supone ninguna amenaza, ni medioambiental ni para los humanos, el único inconveniente es acostumbrarse a ellas.
Características del arácnido
Las hembras de las arañas Joro son espectaculares: largas patas negras con rayas amarillas, y cuerpos grandes de color azul, amarillo y rojo. Sus telarañas son doradas y brillantes. Estas hembras pueden crecer entre 17 y 25 milímetros de tamaño. Los machos son más pequeños, miden entre 7 y 10 mm.
Suelen ser inofensivas y no muerden si no se sienten amenazadas. En esos casos tampoco son peligrosas, pues sus colmillos no son lo suficientemente grandes como para traspasar la piel humana.
Se desconoce cómo se adaptaron a sus nuevos hábitats norteamericanos. Tiene como pariente próximo a la araña de seda dorada (Trichonephila clavipes), del mismo género, y que hace 160 años también pobló el sureste de Estados Unidos. Pero esta última, al no soportar el frío, no se extendió mucho más allá del sureste.
Los objetivos del estudio
El fin del nuevo estudio fue realizar una comparación biológica de los dos tipos de arañas. Se trataba de saber si las arañas Joro también podrían estar limitadas al sureste. Se obtuvo un «no» rotundo como respuesta.
Se analizaron los registros enviados a iNaturalist.org, y esto permitió comparar la distribución estacional de las arañas. El examen se hizo sobre especímenes reales, tomando medidas de su metabolismo y frecuencia cardíaca para comprobar sus tolerancias ambientales. Para determinar su capacidad de adaptación, se expuso a las arañas a temperaturas bajo cero durante periodos de dos minutos.
Se ha descubierto que las arañas Joro experimentan una temporada más corta que las arañas de seda dorada; es decir, completan su ciclo vital en un periodo más breve y adaptado a las temperaturas benignas. Además, tienen un metabolismo dos veces más rápido que el de sus parientes de género, y su frecuencia cardíaca es un 77% más alta cuando se las somete a bajas temperaturas.
Casi las tres cuartas partes de las arañas Joro soportaron las temperaturas bajo cero, datos que doblaron los obtenidos con las arañas de seda dorada.