El descubrimiento de un nuevo tipo de supernova ha revolucionado el campo de la astrofísica y ha sido bautizado como micronova.
Los científicos han analizado el caso de un tipo de estrellas muertas que acaban por engullirse a su compañera binaria. La estrella explota por sus polos en un nuevo tipo de nova que ha sido denominada micronova.
El descubrimiento
Esta novedosa explosión estelar fue descubierta gracias al Telescopio Muy Grande (Very Large Telescope o VLT). El fenómeno desafía la comprensión de los científicos de cómo funcionan las explosiones termonucleares en las estrellas. Los conocimientos que hasta ahora se tenían parecen ya no ser válidos.
Los resultados del hallazgo acaban de ser publicados en Nature con el encabezado de «Explosiones termonucleares localizadas formadas a partir de discos de acreción en enanas blancas magnéticas».
El descubrimiento se realizó sobre dos estrellas en el sistema binario TV Columbae. La primera es una enana blanca, que es una estrella muerta o remanente estelar de un tamaño no mayor al de nuestra Tierra, pero con una masa más grande que la del Sol. La otra estrella del sistema binario es una enana amarilla de mayor tamaño.
Un fenómeno sorprendente
Los astrónomos, durante años, han observado cómo la enana blanca, de mucha mayor masa, le quita materia a su compañera binaria, formando un enorme anillo de material conocido como disco de acreción.
El intenso campo magnético de la enana blanca canaliza el material de su compañera, que es fundamentalmente hidrógeno que se lleva hacia las regiones polares de la estrella. A partir de un determinado punto, la acumulación de hidrógeno provoca una fusión que hace explotar la superficie de la estrella por sus polos sin llegar a destruirla.
El término «micro» se refiere a que este tipo de explosión es solo una millonésima parte de una nova normal. Sin embargo, esto no debe confundirnos: aunque pequeña a escala astronómica, los astrónomos calculan que la micronova que tuvo lugar en TV Columbae consumió 20.000.000 trillones de kilos de materia. Se trataría del equivalente a 3.500 millones de pirámides de Gizeh o unos 100.000 montes Everest.
El siguiente vídeo recrea el espectacular fenómeno.