Un nuevo estudio acaba de abrir la posibilidad de que se realicen viajes a Marte en tan sólo 45 días. Se utilizaría la propulsión de un gran láser.
En la actualidad, los viajes a Marte no llevan menos de seis meses. Eso, sin tener en cuenta que hay que esperar 26 meses para que nuestro planeta vecino se alinee perfectamente con la Tierra y esté en su punto más cercano a ella. Sin embargo, un estudio publicado por investigadores de la Universidad McGill (Montreal), ha propuesto un nuevo tipo de propulsor que reduce este viaje a tan sólo 45 días.
Estaríamos hablando de una cantidad de tiempo mucho más reducida que la que prometen los propulsores nucleares, que podrían hacer factible ese viaje en 100 días en el mejor de los casos.
El estudio es prometedor
Los autores del estudio, publicado en Arxiv por Astronomy & Astronomy, detallan la creación de un Propulsor láser-termal. Consiste en un gran láser cuyo haz se enfoca de manera concentrada en una cámara con hidrógeno o deuterio. Así se generaría el plasma necesario para la propulsión.
La dificultad estriba en instalar un láser de estas características sin afectar en exceso al tamaño y el peso de la nave. Para conseguirlo, los investigadores proponen que ese láser, de entre 10 y 100 megavatios, esté en Tierra.
En otras palabras: la nave subiría a órbita a bordo de un cohete de gran capacidad, y se ensamblaría en órbita en caso necesario, al igual que la carga que vaya a transportar. Después, esta nave desplegaría un enorme reflector inflable destinado a recibir el láser y concentrarlo en la cámara de combustión.
Los cálculos parecen avalar las conclusiones
Los cálculos demuestran que es posiblemente factible acelerar una nave así, reduciendo el tiempo de tránsito a 45 días. De momento, el reto técnico consiste en construir una cámara de combustión capaz de soportar las enormes temperaturas producidas por el láser. Más tarde, habría que construir la estación láser de 100MW.
Existen láseres experimentales ya muy potentes, pero no con la configuración necesaria para esta tarea concreta.
Una cuestión de frenos
Como es natural, un proyecto de esta envergadura entraña muchas dificultades, como pueda ser el diseño de los frenos de la nave. Resulta muy complicado frenarla a esas velocidades para que pueda posarse en Marte, así que la idea es que se acople a una órbita marciana y suelte su carga sobre el planeta.
Por supuesto, para que el viaje de vuelta fuera de otros 45 días, haría falta otro cañón láser en Marte, pero esto no sería un problema porque el sistema es reutilizable.
No se trata del primer diseño conceptual de una nave que utiliza láser para impulsarse. Otro buen ejemplo lo tenemos en el proyecto de viaje interestelar Breakthrough Starshot, que se basa en velas solares combinadas con láser.