Una super Tierra orbita a la estrella Barnard

El Universo está plagado de super Tierras como la que orbita entorno a la estrella Barnard, un exoplaneta relativamente cercano al nuestro.

La estrella Barnard fue descubierta por el astrónomo Edward Barnard en 1916. Para nosotros es un cuerpo celeste muy conocido debido a su cercanía a nuestro Sol, y también por la gran velocidad con la que se mueve con respecto al sistema solar.

Sin embargo, a finales del año 2018, estuvo en boca de toda la comunidad astronómica debido al descubrimiento de una super Tierra que orbita alrededor de este astro, lo que la convirtió en uno de los planetas extrasolares más próximos a nosotros.

Una enana roja muy particular

Barnard se haya a una distancia de 5,96 años luz, siendo la cuarta estrella más cercana al Sol (más próximas son Proxima Centauri y el sistema doble de Alfa Centauri).

Es una enana roja del tipo espectral M4, por lo que no podemos observarla a simple vista, aunque esto no ha disuadido a numerosos astrónomos que, desde hace muchos años, han buscado la existencia de planetas que orbiten a su alrededor.

Uno de ellos, Peter van de Kamp, en los años 60, creyó haber descubierto una serie de grandes planetas gaseosos entorno a Barnard, pero el hallazgo, basado en la técnica de astrometría, resultó no ser certero.

El fracaso de van de Kamp desalentó a la comunidad científica que, durante las décadas de los años 70 y 80, descartó la búsqueda de otros exoplanetas. No fue hasta 1995 cuando varios equipos de investigación volvieron al empeño de encontrar planetas orbitando a Barnard, esta vez utilizando los métodos de la velocidad radial, del tránsito y de la visión directa.

A pesar de ello nuevamente fracasaron, ya que los métodos señalados sólo dan frutos cuando se intentan detectar grandes planetas gaseosos muy cercanos a su estrella. En este caso estaba claro que, de existir, sólo podrían ser pequeños, rocosos y distantes a su estrella.

Y llegó el gran descubrimiento

Como ya hemos mencionado, en noviembre del 2018, las investigaciones dieron sus frutos con el hallazgo de un planeta cuatro veces más grande que la Tierra y con una temperatura superficial de -150º C. Esto dificulta la posibilidad de que albergue vida, por lo menos tal y como la conocemos.

Para el descubrimiento se utilizó el método de análisis de observaciones pasadas, en el que jugó un papel fundamental el Observatorio de Calar Alto de Andalucía, con más de 200 observaciones adicionales.

La existencia del planeta se confirmó en un 99,2% y sabemos que da una vuelta completa a su estrella cada 233 días, por lo que se halla a una distancia de unos 60 millones de kilómetros (muy similar a la que separa al Sol de Mercurio).

En cuanto a la estrella Barnard, podemos señalar que es cinco veces más pequeña que nuestro astro y que tiene una temperatura superficial de 3.300º kelvin, frente a los 5.730º del Sol. Dado que la zona habitable entorno a Barnard se extiende desde los 7,5 millones de kilómetros del astro hasta los 18 millones, es muy improbable que su planeta, como es de suponer, sea apto para la vida al estar completamente congelado en su superficie.

Cosa distinta es que bajo la densa capa de hielo pueda existir agua líquida favorecida por un hipotético efecto invernadero.

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